Cambio de estación

Tú eras otoño

y yo necesitaba primavera y brotes verdes.

Noviembre en cada poro.

Eso eras.

Frío que se colaba en los tendones,

viento en mi madriguera.

 

Tú eras otoño

y no te dabas cuenta.

Eras lluvia en mi vientre.

Eso eras.

Tristeza y tiempo recio,

tardes cortas.

Tarea en la maleta al volver del colegio.     

 

Otoño en tus andares.

Cualquiera diría casi invierno

porque a veces nevabas con tus palabras yermas.

Eso eras.

Otoño y cielo plúmbeo

y yo necesitaba primavera.

 

Como una hormiga alada

 volé de tu hormiguero

para salvar las ansias de tibieza en mi cuerpo.

Fundé mi propio reino.

No quería tu otoño,

esa estación que llevas dibujada en el rostro:

seria y umbría mueca.

 

Quedaron para otras

sombrero y capa negra,

vitamina d encapsulada,

barro en las botas viejas…

Tú eras otoño

y yo necesitaba primavera.

 

 

 

  

TIERRA (segundo premio en el concurso para empleados del Cabildo Insular de Tenerife 2018)

Mar y fuego, negro y mar.

Mar oscuro, negra arena

mi tierra no es sólo tierra,

mi tierra es arena y mar.

Echada entre dos mareas

se arrulla su soledad:

una orilla de sal y roca,

otra de alisio y pinar.

Respira un aliento azul

sobre la arena brillante,

la luz abierta se pierde

en horizontes de mar.

Momentos en la memoria,

de la marea que borra

las huellas sobre la arena;

y de los callaos que murmuran

cuando la ola se va.

Mar y fuego, negro y mar.

Mar oscuro, negra arena

mi tierra no es sólo tierra,

mi tierra es arena y mar.

Agua que exhala el viento

viento que moja la tierra

tierra que nutre la vida

que camina, trabaja y sueña.

Olas de viento susurran

sobre las vencidas ramas;

las nubes arropan los montes

en movimiento infinito

de laurisilvas mojadas.

Caminos entre los riscos

que se abren al sur y al norte,

cada ladera su pueblo

cada pueblo su nombre.

Mar y fuego, negro y mar.

Mar oscuro, negra arena

mi tierra no es sólo tierra,

mi tierra es arena y mar.

Los valles se dejan dormir

sobre el azul sin fronteras.

amontonadas nubes sin fin

sin inviernos ni primaveras.

En los muros empedrados

y en el barro entre las tejas,

los verodes taciturnos

lloran la lluvia que deja

una mañana nueva

oscura de musgos y nieblas.

Sombra blanca que cala

como un espectro de agua

por los barrancos del alma.

Mar y fuego, negro y mar.

Mar oscuro, negra arena

mi tierra no es sólo tierra,

mi tierra es arena y mar.

Monstruos de lava atrapados

en desiertos de picón y arena

rajado calor rojo y negro;

frío de millones de estrellas.

 

Hacia los picos más altos,

al borde del camino seco

que se pierde y que se encuentra

por gargantas de barranco

entre las lenguas de piedra;

todo se detiene absorto

en un lagarto somnoliento

inmóvil sobre la tierra

como si fuera su dueño.

Mar y fuego, negro y mar.

Mar oscuro, negra arena

mi tierra no es sólo tierra,

mi tierra es arena y mar.

Heladas de luz se yerguen

sus cimas sobre los vientos

meditando su inmensidad:

el sol sobre la mirada,

su mirada sobre el mar.

Tierra viva y encendida

mar y fuego, negro y mar

abrigando nuestros siglos

a latidos de volcán.

JDL

Amanece

Un círculo dentado entre pirámides nevadas
dibuja geometría sobre el plano infinito
sembrado de variopintos poliedros.
En lo alto, un cine clásico de tirabuzones
que, poco a poco, da paso a un technicolor
aún secundado por algunos asteriscos.
Y una esfera a medio diluir,
que hace mutis por el foro,
sorprendida por la revelación
de la, hasta entonces, desconocida dimensión
que por la noche no es más que una
inabarcable cuadrícula de luciérnagas.

Mujeres y hombres, desocupados lectores y poetas.

Este quiere ser un espacio para disfrutar compartiendo obras, lecturas e impresiones, también para la sana crítica y la reflexión, siempre sobre el tema que nos apasiona que es la poesía y todo lo que tiene que ver con ella.

Espacio para toda la poesía en español, hecha en serio y bien intencionada, sea cual fuere su procedencia y sea cual fuere su estilo: la meramente estética, la reivindicativa, filosófica, crítica, enamorada, efímera, satírica, cualquiera. Para las amantes de las soledades y de las epístolas satíricas y censorias; de los pastores de cabras; de los gatos garduños y la luna gitana; soñadores de caminos; poetas a caballo; de las Fuertes señoras que escribiendo, alcanzaron la Gloria; de los cuadernos de vacaciones; de los besos imposibles del Capítulo 7; de los poemas de amor y la canción desesperada.

En este lugar escribirán algunos de ellos que, por amor y fidelidad a esa forma de aprehender la vida que es la poesía, también escriben y quieren modestamente compartir alguna parte de su obra.

Así pues, gracias por visitarnos y darnos esta oportunidad de expresión.