Y no fue fácil,
Ver cómo la noche ya miraba hacia mañana,
cada instante de verdad evaporado y todos juntos
una historia que se repite y que se escapa;
ganar el vértigo de un día, dejar otro ayer
tendido en la memoria
y hacer como si nada;
Seguir bailando y dejar apagadas en una sonrisa
todas las palabras calladas
por esa parte de perder a cada hora
que es amar cada momento hacia el siguiente,
echar de menos cada recuerdo
ya nunca más presente
y hacer como si nada;
Esta locura de amaneceres
sobre distintos horizontes repitiendo
un beso en el filo de una hoja.
Soltar tu mano en el aire
y que tu no estar llene de huecos las horas;
seguir bailando y nunca más
poder hacer como si nada.
Por Jorge Díaz de Losada